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7 de diciembre de 2012

Los viernes... al cine: Goya en Burdeos


Goya en Burdeos (1999), dirigida por Carlos Saura, con José Coronado y Francisco Rabal en el papel del pintor exiliado en Burdeos durante el reinado de Fernando VII, y Maribel Verdú como la Duquesa de Alba. La película ganó varios Goyas, valga la redundancia.


Esta escena nos muestra a Francisco de Goya joven en un concierto con baile. La música está acertadísima por quasi contemporánea: se trata del Fandango G448 de Boccherini.

Luigi Boccherini (Lucca, 1743-Madrid, 1805) fue un compositor y chelista del Clasicismo. Trabajó en la Corte española con el cargo de "compositore e virtuoso di camera" al servicio del infante don Luis, hermano pequeño de Carlos III. Pero a Boccherini se le complicaron las cosas cuando don Luis murió (y Carlos IV, ese gran rey, no vio las aptitudes del compositor), siendo este fallecimiento seguido del abandono repentino del mecenazgo de María Josefa Pimentel (duquesa de Osuna y condesa de Benavente) y la muerte de Federico Guillermo II de Prusia. Boccherini fue enterrado en la iglesia de San Justo de la calle del Sacramento de Madrid (hoy basílica pontificia de San Miguel). Mussolini se llevó sus restos a Lucca, ciudad natal del compositor, en 1927.

Boccherini creó más de 350 obras remarcando en ellas un nuevo instrumento: el violoncello, evolucionado desde la viola da braccio (viola de brazo, antecesora del violín) por Stradivaius, quien normalizó su tamaño en 76 cm, muy similar al actual. Como los violines, violas y contrabajos, el chelo tiene cuatro cuerdas y se toca con arco (pertenece a la familia de cuerda frotada). Se dice que es el instrumento más próximo a la voz humana.

Esta pieza pertenece al Quinteto nº4 en Re Mayor, G448, conocido como "Fandango" por la popularidad que adquirió su último tiempo. La obra se compone de Pastorale, Allegro Maestoso, (Rápido Majestuoso) Grave Assai (bastante grave)-Fandango.

Yo juraría que la versión que se escucha en la película no es la de Jordi Savall, que la toca más rápida, sino la del guitarrista José Miguel Moreno, acompañado por la Real Cámara. El disco, del sello Glossa Music, es altamente recomendable, y comprende dos quintetos de Boccherini.

Las castañuelas no aparecen en la partitura, pero es bastante probable que en las representaciones se utilizaran este tipo de "majismos", ya que el folclore, lo popular (pero estilizado) estaba de moda en la época. Para ejemplo, un botón: los tapices de Goya, como éste. Aquí, las castañuelas corren a cargo de Luz Martín León-Tello.

El fandango es un baile típico español (BIC en 2010), seguramente proveniente de América. Boccherini lo adecuó a las salas de concierto y al estilo galante, respetando su compás ternario. En 0:20 escuchamos la secuencia descendente más típica, formada por cuatro acordes. En su versión académica, serían La menor, Sol mayor, Fa mayor, Mi mayor, pero como la partitura está escrita en Re menor, está transportado a Re menor (re-fa-la), Do mayor (do-mi-sol), Si bemol mayor (Si bemol-re-fa) y La Mayor (la-do sostenido-mi). Esta secuencia es repetida obstinadamente, y se denomina ostinato. Los trinos de las cuerdas son también un guiño al folclore español. En 1:29 la pieza modula a la tonalidad de Fa mayor, más alegre, para volver al modo menor enseguida. Si os fijáis, es una danza muy repetitiva, girando siempre alrededor de la Dominante (V grado), es decir, La (por ejemplo, los violines repiten machaconamente esta nota en 3:49), y con cadencias muy marcadas, lo que la hacen muy fácil de escuchar. Y su ritmo, tan marcado, la convierten en una danza muy apetecible.

Acordáos de Boccherini. Hace tiempo escuchamos otra pieza suya aquí y aquí.

Espero que os haya gustado y no os haya resultado pesado. ¿Me he alargado demasiado? ¡Es que no sé cuándo parar! Un abrazo, que seáis muy felices. ¡¡Y recordad el SÚPER-SORTEO!!


8 comentarios:

  1. Estas entradas tuyas, que yo tomo como clases, me resultan terapéuticas. Paran el mundo y deshacen los nubarrones internos.
    ¿Y si recomendásemos audiciones de música clásica a políticos, gestores y financieros?
    Gracias, Isa.

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  2. Es que el poder de la música ya fue estudiado por egipcios, griegos y romanos. La obra adecuada en el momento preciso funciona como un baño reparador o una manta calentita. Yo lo aprecio mucho. Pero no sé qué cantidad de sinfonías hace falta para "tranquilizar" a esa gente (desde luego, Wagner no, jejeje). Muchas gracias por tu amable comentario, Mariluz.

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  3. No he visto la película, pero tan solo por la banda sonora parece merecedora de ponerla en mi lista.
    Al hilo de los comentarios no me resisto a dejar unas palabras de Shakespeare que recientemente leí.

    "El hombre que no tiene música en su interior,
    aquel a quien la meditación no le sugiere dulces melodías,
    no sirve más que para traidor, ladrón malévolo;
    la voz de su interior es lóbrega como la noche,
    su ilusión es árida como el Erebo.
    ¡No confíes en nadie semejante!¡Escucha música!"

    Un requisito obligatoria para todo aquel que aspire a puestos de poder en política y economía ¿tendría que ser el de sensibilidad y conocimientos de música? Demasiado utópico quizás, ¡pero que no falten espacios como este que transmitan el poder mágico de la música..!

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  4. Da gusto leer tus comentarios. Creo que hoy en día tenemos más medios que nunca para escuchar música "de calidad", leer buenos libros, ver buenos cuadros. Y creo también que es una obligación para con nosotros mismos aprovecharlo y cultivarnos. Y ya lo dijo Nietzsche: la vida sin música sería un error. Muchas gracias por comentar, como siempre.

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  5. Muchas gracias por la explicación. La película de saura me llegó hondo, por la luz, la trama, las emociones y muy especialmente esta música que traslada por un rato a esa época

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  6. ¡Cómo me alegro de leer ésto! ¡Muchas gracias a ti!

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  7. Hola! Sabes quién es el bailarín?

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¡Muchas gracias por comentar! ¡Hasta la próxima!

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