Amélie es una camarera del Cafe des Deux Moulins, en Montmartre, que toma como objetivo de su vida ayudar a los buenos, castigar a los malos y aparca su propia felicidad. En esta escena, Amélie se imagina su vida, dedicada a los que sufren, para morir como una mártir de su bondad.
La música compuesta expresamente para la película por Yann Tiersen es preciosa, pero en esta escena recurrieron al Adagio para cuerdas de Barber. Samuel Barber, compositor estadounidente de tendencia "clásica" (Pensilvania, 1910-Nueva York, 1981) compuso en 1936 su Cuarteto de cuerdas n. 1, opus 11, formado por un primer movimiento muy contrastente, este adagio como segundo movimiento y un tercero que reexpone el tema. Fue el director Arturo Toscanini quien lo estrenó en Nueva York, en 1938. Dicen por ahí que recibió la partitura sólo un día ates de su interpretación. No me extraña que Jeunet se sirviera de esta pieza para ilustrar la escena, ya que esta obra fue elegida en 2004 por el programa BBC´s Today como la "música más triste de todos los tiempos".
Espero que os haya gustado la entrada de hoy y que tengáis por delante un fin de semana a la carta. Un abrazo.
Ay!!! Me encanta esta peli, es mi preferida, y tengo un montón de canciones de Yann, hasta soy su fan en facebook! jeje
ResponderEliminarSí, jjj, ya lo vi en tu blog. ¡¡Yo la he visto más o menos cinco veces y cada vez me gusta más!!
ResponderEliminarEs además una música discreta, no quiere robar protagonismo a la fuerza de las imágenes; las subraya y mucho.
ResponderEliminarConseguirás que vuelva al cine, Isa; pero a cuál, si ya no hay cine en la ciudad al que se pueda ir andando.
Tienes toda la razón. En Santander tiene mucho éxito el cine Los Ángeles, que re-expone películas ya fuera de cartel, porque está en pleno centro y vende las entradas a 4 euros. A ver si aquí copian el ejemplo. Un abrazo y muchas gracias, como siempre.
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