P A R A E N M U S I C A R T E

hit counterNúmero de visitas

29 de octubre de 2011

MORTEN LAURIDSEN, Dirait-On - In Concert XII



Abandon entouré d'abandon,
tendresse touchant aux tendresses...
C'est ton intérieur qui sans cesse
se caresse, dirat-on;

se caresse en soi-même,
par son propre reflet éclairé.
Ainsi tu inventes le théme
du Narcisse exaucé.



Abandono, rodeado de abandono,
ternura tocante a las ternuras ...
Es tu interior que, se diría
sin cesar se acaricia;

se acaricia a sí mismo,
por su propio reflejo iluminado
Así inventas el tema
de Narciso satisfecho.


Rainer María Rilke fue un poeta nacido en Praga, por entonces imperio austrohúngaro, en 1.875. Vivió en París y le encantó la obra de Rodin y de Cézanne. Escribió en alemán obras como Elegías de Duino, Cartas a un joven poeta, etc., pero también redactó unos 400 poemas en francés, como Les roses. Estaba en Alemania cuando estalló la Primera Guerra Mundial, y los franceses le confiscaron sus propiedades en París. Rodó por España, Alemania y Suiza, y murió en este país en 1.926, dictando un poema sobre rosas para su epitafio. Precisamente, Les roses es la obra que ha musicalizado Morten Lauridsen, nacido en 1.943 en Estados Unidos. Al músico le impactaron Les chansons des roses por su elegancia y dulzura, cualidades que ha sabido trasladar a su música.

Con el piano en tempo rubato (al gusto, no marcado) como único acompañante, la melodía en Re bemol Mayor comienza con las voces agudas, para ser retomada en una octava baja por las voces masculinas. En 2:15 cantan al unísono Dirait-on. En 2:30 comienza un levísimo canon, con las voces femeninas por delante y las masculinas después.
En 3:01 las voces se desdoblan, y las sopranos cantan la melodía, acompañadas en notas largas por contraltos y tenores, mientras los bajos doblan la melodía un compás más tarde. El volumen sube, y con él la emotividad. Se oye un contrapunto muy agradable, hasta la cadencia de 3:35, seguida de un silencio muy expresivo. El tempo, retardado, acelera poco a poco. El ritmo ternario mece la melodía en contrapunto (nota contra nota). El piano se apaga y el coro se despide con un acorde perfecto.

Estoy segura de que os gustará, un abrazo.








Jardín de rosas (la esposa del pintor en su jardín de Skagen), Peter Severin Kroyer (1.893)

2 comentarios:

  1. Muy los niños del coro... precioso. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, suena muy parecido. Me alegro de que te haya gustado, y muchas gracias por venir.

    ResponderEliminar

¡Muchas gracias por comentar! ¡Hasta la próxima!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...